Descripción
Este libro representa un intento radicalmente riguroso, desde los mismos cimientos y con un apoyo en los textos de Husserl, de dar la vuelta a la carencia antropológica de la fenomenología, exponiendo, en capítulos densos pero bien escritos y argumentados, el paso de un yo puro, que podría parecer ese yo espectral y no humano, a un concepto profundamente novedoso: primero en la obra de Husserl, que sólo en los últimos textos póstumos aparece, y segundo, en la propia literatura sobre fenomenología, en la que esta problemática ha estado relativamente ausente a pesar de las trágicas consecuencias que ha conllevado para la fenomenología de Husserl. Ésta es, en efecto, por un lado, la fuente de la que gran parte de los filósofos más importantes del siglo xx beben, pero de la que inmediatamente se retiran: unos por ser esa fenomenología incompetente para decir algo sobre la historia, o sobre las personas humanas concretas fácticas -Heidegger-, o sobre los deberes éticos -Lévinas-, o sobre la política, etc. Con ello la fenomenología quedaba terriblemente amputada por carencia antropológica. A los fenomenólogos no parece haberles preocupado especialmente este tema. Ante esa situación, que se anunciado en México con especial relieve, la novedad de este trabajo está en que irrumpe con toda su fuerza en nuestro mundo filosófico mostrando que Husserl está en un tránsito de ese yo puro, que con cierto desprecio pero no plena inexactitud he calificado de espectral, hasta un concepto sumamente novedoso como el de persona transcendental que aparece en Husserl en 1930, pero que podría estar latente en toda su obra.
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