Descripción
Afirma Thomas Keating que el itinerario espiritual es un camino de descubrimiento del propio yo, puesto que al encontrarnos con Dios nos encontramos también con lo más profundo de nosotros mismos. A medida que nos vamos acercando a Dios vamos descubriendo los manantiales de nuestro temperamento, las raíces ocultas de nuestra personalidad y de nuestra conducta. Dios nos llama a vivir en el mundo como personas maduras. Y por eso crecer en la gracia de Dios es un proceso gradual de avanzar hacia la luz, de hacernos dueños de nosotros mismos y de llegar a ser verdaderamente humanos.Muchas personas entre ellas muchos cristianos se construyen una personalidad artificial para protegerse y aislarse del dolor de vivir. Pero la llamada de Cristo a arrepentirnos y a sanear nuestro auténtico yo, el que nos ha sido dado por el Creador, confronta radicalmente esta conducta. La práctica de la oración contemplativa es una ayuda en este proceso, aunque también puede ser un espacio peligroso, en el que dejamos aflorar las emociones primitivas. Por eso, quienes desean una relación profunda con Dios harán bien en buscar el consejo de un acompañante que camine con ellos y les oriente hacia la curación y la madurez
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