Descripción
A comienzos de la modernidad la esfera del saber se escindió en tres grandes ámbitos autónomos: ciencia, arte y moral. Esta autonomía llegó a pasarse de rosca hasta convertirse en auténtica esquizofrenia cultural. En los últimos años las cosas han cambiado. Observamos una queja a propósito de la escisión que ya se considera excesiva. Por otro lado, se desarrollan cada vez más paralelismos, entrecruzamientos y solapamientos entre los mundos del arte y de la ciencia. Se da un claro proceso de convergencia en muchos sentidos. Si tradicionalmente se tomaban ciencia y arte como términos antitéticos, actualmente apreciamos los aspectos racionales del arte, al tiempo que se pone en duda la pureza racional de la ciencia.
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