Descripción
Tener que escribir desde el dolor más profundo de tu interior es muy difícil. A lo largo de tu vida puedes pasar por situaciones y momentos desagradables y decidir no afrontarlos o intentar congelarlos para evitar sufrir más. A veces supone crear una barrera mental que puede llegar a bloquearte y deprimirte en tu día a día. Termina por afectar a tu centro energético (chacra) y hacer que te plantees si merece la pena seguir luchando. En este libro narramos nuestra experiencia con una realidad desgarradora por la muerte de nuestra niña Madelaine. No podía evitar hacerme muchas preguntas: ¿Cómo aceptar que un hijo se vaya antes que tú a un lugar al que nosotros llamamos la Tierra Celestial? ¿Por qué no pudieron salvar a mi hija con todos los avances que existen? ¿Cómo se puede lidiar con la culpa y con tu propia conciencia? ¿Puede afectar a tu relación de pareja y como padres? ¿Por qué mi hija se fue, qué he hecho para merecer tal castigo? La vida es así, una lucha continua de superación y aceptación. Pase lo que pase, debes seguir adelante. Llegó un momento en que nos invadía la rabia y nos cuestionamos nuestra propia fe e incluso le dimos la espalda. Dejé de creer en Dios a pesar de haber tenido la suerte de superar muchas dificultades pero en ese momento todo era minúsculo comparado a esa gran montaña de dolor. Mi mujer y yo hemos pasado por momentos muy complicados como enfermedades, fallecimientos, además de muchas otras cosas, aun así, lo superamos unidos como familia. Con las gemelas éramos los padres más felices del mundo, siempre con una sonrisa y mucho amor entre nosotros. Pero la muerte de nuestra hija Madelaine nos convirtió en padres Vilomah con un ramalazo demoledor. Como me comentó mi querido padre con un toque de humor, «todos llevamos una cruz en esta vida o dos o tres o más, pero depende de nosotros si queremos llevarlas con dignidad». Tenemos que aprender a caminar con ella y seguir adelante. Este libro lo hemos hecho con el deseo de que sirva de autoayuda para aquellos que estén sufriendo o hayan sufrido la pérdida de un ser querido. Michael
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