Descripción
Durante siglos, las sillas de mano fueron un incontestable símbolo de riqueza, poder y status social. Las sillas de la Hermandad del Refugio, sin embargo, aunque destilaban algo de este aristocrático trasfondo, pues nobles eran la mayor parte de sus miembros, sirvieron para llevar enfermos a los hospitales madrileños durante 300 años. Enfermos quiere decir pobres, trabajadores, vagabundos, viudas, madres solteras o inmigrantes, personas sin recursos y a veces sin contactos ni conocimientos, que difícilmente lograban ser atendidas en un hospital por sus propios medios y que pululaban a millares por el Madrid de entonces. Cómo surgió esta actividad caritativa protagonizada por las sillas de mano, cuál fue su evolución a lo largo del tiempo, cuándo y porqué se introdujeron las camillas, cómo llegó la hermandad a ocuparse de los incendios de la capital, o a acudir a las corridas de toros, quiénes eran y de dónde provenían los encargados de transportar las sillas, cómo lucharon para alcanzar un salario digno, cómo trataban de introducir a familiares y paisanos en el tajo y cómo su trabajo fue decayendo a lo largo del tiempo, debido a la evolución técnica y a los cambios sociales, son algunas de las preguntas a las que trata de responder este libro.
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