Descripción
Este trabajo trata sobre el uso de la tecnología como parte integrante de la política criminal. El título ya lo destaca, conteniendo precisamente el doble sentido que puede darse en esta integración. Estamos presos con la tecnología, al igual que seguimos atrapados en la idea de la prisión como una forma de control. La tecnología no nos hace soltar este viejo mecanismo, añadiendo a su funcionalidad un ropaje que lo actualiza y es capaz de dotarlo de una apariencia de objetividad, de cientificidad.La evaluación de riesgos que se realiza en el sistema penitenciario de Cataluña no es una novedad en términos teóricos, es la psicología cognitivo conductual combinada con el cálculo actuarial. Quizás la novedad es esta combinación, que en el auge del Positivismo correccionalista no fue posible implementar a gran escala. Sin embargo, hablar de riesgo, de cálculo de riesgo en el sistema penal es recuperar de alguna manera la peligrosidad, y entonces el problema aparece en la forma como es definida, quién define – con qué influencias y con qué consecuencias – el origen de este peligro, o cómo se dice: donde habita.Al estudiar el proceso de privatización del control social formal durante más de una década, con énfasis en las alianzas público-privadas en el sistema penitenciario, y la introducción de las tobilleras electrónicas como componente de este proceso, el caso catalán sorprende por varias razones: su organización, su estructura, los profesionales que la integran y, mejor aún, su progresiva reducción. En este libro se analiza cómo estos elementos van acompañados de la tecnología, buscando abordar los diferentes puntos de vista sobre esta combinación: el de administradores, directores, equipos técnicos, jueces, promotores, representantes de empresas tecnológicas y personas controladas.En el sistema penitenciario catalán, el algoritmo RisCanvi se utiliza para medir el riesgo de quienes ingresan al sistema, y también apoya las decisiones sobre el régimen del artículo 86.4, que es el que permite salidas monitoreadas con tobilleras electrónicas. El estudio de los criterios para el uso de tobilleras, sin embargo, permite ver mucho más que la tecnología, ya que revela y confirma aspectos importantes de las disputas en el campo del control, a partir de las cuales los operadores del Derecho están perdiendo espacio. Alguien dirá que esto es propio del caso catalán, pero a partir de él podemos entrenar nuestra mirada a procesos similares en otras realidades sociales.Cristina Zackseski es graduada en Derecho por la Universidad Federal de Santa María (1993), maestra en derecho de la Universidad Federal de Santa Catarina (1997), doctorada en Ciencias Sociales – Estudios Comparados de las Américas – de la Universidad de Brasilia (2006) y postdoctorada en Derecho por la Universidad de Barcelona (2020). Actualmente es profesora adjunta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Brasilia, editora de la Revista Latinoamericana de Criminología (RELAC) y coordinadora del Núcleo de Estudios sobre Violencia y Seguridad (NEVIS/CEAM). Tiene experiencia en el área del Derecho, con énfasis en Derecho Penal, actuando principalmente en los siguientes temas: política penal, derecho penal, criminología, seguridad pública y derechos humanos.
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