Descripción
Hay religiones, que tras una apariencia piadosa, captan a miembros con el fin de generarles cierta dependencia emocional. El fin de la fe debe ser dotar de mayor libertad individual a las personas. Lo contrario destruye a la persona notablemente.Lo que en un primer momento apareció en la vida de un ser humano a modo de respuesta clasificadora, sentido vital y salvación, puede acabar convirtiéndose en una de las pesadillas más terribles.Esta magnífica obra ofrece claves para identificar los comportamientos sectarios o religiosos tóxicos. A su vez, da las herramientas y técnicas para vivir una espiritualidad saludable.Porque la fe no debe ser nunca una herramienta de control, miedo, sufrimiento o destrucción. La verdadera religión tiene como fin ayudar a la persona a integrar de manera coherente todas las partes que lo constituyen como ser humano y así ayudarle para tener una vida plena y feliz. De otra manera, la fe se puede convertir en tóxica.
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