Descripción
Un libro serio, simpático y divertido que aporta la gran novedad de aplicar el eneagrama a la escuela y al aprendizaje. Los adultos usan el eneagrama para comprender a los demás y para su crecimiento personal, porque reconoce que cada uno es único, aunque identifica ciertas pautas características de conducta. Por eso puede aplicarse a los niños si se utiliza cuidadosamente. Ayudará a los educadores a comprender, discernir y tratar, de modo adecuado y diferenciado, a los nueve tipos que agrupa: perfeccionista, ayudador, ganador, romántico, observador, interrogador, aventurero, asertivo o pacificador.
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