Descripción
Vivimos en un mundo repleto de ruido, de palabras insignificantes, vacuas y vacías de contenido, retóricamente intempestivas y vanas, en donde la verbalización es la regla y el silencio la excepción que nos invita, velada y subliminalmente, al ejercicio de moderar el verbo aun sin proponérnoslo. En una época en que cualquier indocumentado puede imaginarse que es un sabio, sin apenas pensar en lo que está diciendo y desde las múltiples plataformas que la moderna sociedad nos brinda y pone a nuestro alcance, aparece de manera sutil ante nuestros sentidos, la opción del arte de callar y de guardar un discreto silencio.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.