Descripción
«Hace 25 años asesiné a mi padre. Nadie me pidió que lo hiciera, pero yo tampoco sabía que él era mi padre.»El silencio y la soledad han sido los únicos testigos del sufrimiento que he llevado por dentro desde aquel momento. Mi vida se ha vuelto, con el pasar de los años, un laberinto indescifrable con caminos angostos, oscuros y sin salida. Lo que a veces me consuela, o tal vez la estrategia que he ideado para combatir la depresión, es cuando pienso que de todas maneras mi padre iba a morir, que lo único que hice fue adelantar su muerte unos minutos más»El destino es tan real e inevitable que nadie en el universo puede escaparse de él. Una vez se me ocurrió la idea de leerme todos los libros del mundo para saber cuál iba ser mi final, pero ante todo para descubrir en cuál de ellos estaba escrito que yo sería el asesino de mi propio padre. Consulté cientos de libros de cuanto autor me recomendaban y después de un año de búsqueda sin resultados alentadores, llegué a la conclusión de que nuestro destino está plasmado en un idioma diferente al que nosotros hablamos y entendemos»Sé cuáles son todos tus pasos y me siento muy orgullosa de ti dijo mi madre moribunda. Después de todo, eres el hijo del Líder más grande que ha tenido el país.Y como no le entendí lo que trató de decirme, lo deletreó de tal forma que cuando pronunció la última silaba, ya estaba muerta».
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