Descripción
Cuando apenas era una estudiante universitaria, recuerdo cómo mi corazón se oprimió al observar la carita de dolor de un niño de la calle, una carita marcada por el abandono, la soledad y una gran tristeza; su única compañía era una botella de pegante y me pregunté: ¿por qué el gobierno no los protege?, ¡no hay derecho a tanta miseria!, ¡ellos tienen el derecho a vivir dignamente!, pero el abandono estatal, la guerra interna que desplaza familias campesinas que deben huir, dejando todas sus pertenencias, a mendigar en las ciudades el pan que en su tierra se ganaban.Esta historia está basada en muchos eventos que escucha-mos a diario sobre los diversos actos de corrupción que enlodan al país y que devastan familias. Lo poco que de ellas queda, debe huir, correr para salvar sus vidas.Los invito para que nos unamos y luchemos por la paz y el orden que solo se logra cuando se aplica justicia, para que muchos niños puedan tener una vida digna.A mis lectores, que Dios los bendiga.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.