Descripción
La tendencia a mirar el sector privado como una sola cosa, sin prestar atención a sus divisiones internas y a sus múltiples y a veces contrapuestos intereses, ha contribuido a tener una visión simplificada de su participación en política. Este libro se vale de uno de los períodos más controvertidos del pasado reciente colombiano, el proceso 8.000, como lente para estudiar algunos aspectos de la compleja relación entre empresarios y política. El empresariado colombiano fue uno de los actores más visibles en torno al escándalo que rodeó la entrada de dineros del narcotráfico en la campaña del presidente Ernesto Samper. Los principales gremios recomendaron la renuncia del presidente, temerosos de las posibles sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Sin embargo, no lograron mantener un frente unido y pusieron en entredicho los alcances del poder empresarial. Aquí se les atribuye a los gremios la incapacidad de sostener un esfuerzo colectivo al apoyo que varios grupos económicos le brindaron al presidente, que resquebrajó la unidad empresarial. Al analizar la relación entre estos dos disímiles actores empresariales y abordar la pregunta acerca de qué explica el apoyo de los grupos al presidente, el libro va más allá del caso específico y explica qué quieren los empresarios en política, cuándo son efectivos y cómo se afectan mutuamente en el logro de sus objetivos.
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