Descripción
Esta no es solo una colección de poemas, es una colección de cicatrices, ilusiones, desilusiones, momentos, esperanzas, de ausencias; algunas vividas, algunas soñadas. Míos porque nacieron de mí y a la vez ajenos porque pertenecen también a todo aquel quien en algún momento se pudiese identificar en ellos. Escribir poesía actualmente es anticuado, presuntuoso, quimérico. Qué puede ser más anticuado que un poeta hoy en un mundo en donde todo está en venta, incluso las ilusiones y los sentimientos; pero la necedad me fue heredada y después de haber conocido y leído a Benedetti, Neruda, Borges, Griselda, De la Vega y muchos otros. Fue inevitable que su influencia empujara mi curiosidad en este admirable sendero casi olvidado para tantos, nunca comparándome con los grandes arquitectos de este género, pues me faltarían vidas e inspiración para acercarme a ellos, sino más bien por la admiración que ellos en mí voluntariamente sosegaron. No solo de pan vive el hombre ni mucho menos de poesía, pero que bien le sientan unos versos sencillos a este mundo a veces tan gris.
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