Descripción
Remarca el autor que en realidad este libro lo componen 35 poemas, y es el lector quien debe elegir qué dos poemas no pertenecen a los «33» elegidos, o, por el contrario, si los indulta. Con ello abre una bifurcación con la que le hace partícipe en sus reflexiones. Es más, reta a quien se sumerja en sus versos a un viaje iniciático, aprovechando los matices autobiográficos y las reflexiones sobre aspectos íntimos, sobre la sociedad, sobre la divinidad de un Dios a quien parece incluso redescubrir. Con todo ello elabora un espejo en forma de lírica donde reflejarse: Ya todo el mundo es especial / porque todos somos / igual de diferentes. / Nadie piensa sino opina; / no hay libros, solo espejos. / Lo hemos conseguido, / por fin / no hay pensamiento crítico.Juan Manuel construye su poemario sobre disquisiciones que tienen que ver mucho con la reflexión terrenal, pero también con la espiritualidad; y cuando se habla de espiritualidad quizá habría que destacar el aspecto real al que se alude: la esencia del ser humano por encima de lo material y no sobre mística religiosa, que es como suele entenderse. Nos pasamos la vida buscando / o huyendo. / Es lo mismo: es alejarnos. / Y cuando por fin llegamos, / ya estamos de nuevo / saliendo por la puerta.
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