Canto al arroyo dulce que me embriaga.
Roja
brillante toda en mi guarida
tu aroma es todo lo que me despierta,
viene a incendiar las paredes, el grito
este momento en que somos tormenta .
Sos el deseo en menguante sonaja
ese caudal de emociones y espejos
donde cantan mis rincones heridos,
donde vierto mi oscuridad, mi siembra
Para verme en tu olor, en tu belleza.
Roja, como la especie que se asoma
y me impacta los labios, las caderas
el golpeteo de un reloj que mira
que se sonríe por no ser materno,
se goza, se estremece, se edifica
me reconcilia en vos, en tus milicias
en tu color de sombra,
en tu rumor de fiesta
que embriaga mis fermentos
que endulza mis cimientos
para ser voz, ser agua
ser tan roja y temible
como tu desnudez.
Cecilia Castillo.
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