Descripción
Este libro es un pespunteo, según confiesa su autor. En él hay pausas y afirmaciones a las que se llega escalón a escalón, como una subida al conocimiento desde la palabra, siempre la palabra. Por eso pocas veces la poesía y la vida han fraternizado tan dulce lesbianismo. Cuándo es el turno de una y cuándo es el turno de otra, no se sabe. Como no sabe el propio poeta quién es él frente al espejo. Lo único cierto es que nunca es habitable el olvido. Se presiente que la eternidad tiene sabor a fuego, pero este libro -tan rico en sobresaltos agradecidos- está libre de cualquier matiz de fundamentalismo.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.