Descripción
Carolina Sánchez ríe. En la vida y en sus poemas, que no tienen intención cómica y sorprenden por un tono a veces elegíaco, a veces esperanzado pero no en exceso. Nada es leve ni intenta ser ocurrente. Los versos te van haciendo cosquillas allí dónde más duele, y se suman sin una estrategia previa, hasta que no puedes aguantar la risa interior y se desata, como una liberación. Carolina ríe sin parar, incluso cuando llora, cuando le duelen el alma o su ausencia. Cuando el amor es un salto al vacío que se da sospechando que al final solo hay eso: nada.CARLOS SALEM
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