Descripción
Antonio Ángel Agudelo crea un mundo interior donde puede disponerse de otro mundo, disperso, introspectivo, donde poder alcanzar la carestía y penetrar en la belleza interior de un universo tan brillante como la luz del sol, donde el algo tan aparentemente nimio puede albergar todo el universo. Es una obra, como dice Arturo Hernández en su proemio, “de una topografía habitada por reflejos de nuestras propias lindes”. Es indispensable que el poeta haga de la ética y la estética un paraíso interior y lo transforme en un ejercicio de reflexión para el intelecto y espiritual para el alma.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.