Descripción
«Le resonaba la voz de Néstor Luján*, que lo iluminaba con su forma de ver las cosas: haz de tu vida una obra de arte».Alfonso Ocaña, que está a punto de cumplir noventa años, recibe un diagnóstico demoledor: cáncer terminal. Y lo recibe solo, como era su deseo. Sin Isabel, la que fue su mujer, ya fallecida hace un par de décadas. Sin Samuel y Héctor, sus hijos. Sin Oliver, su único nieto. Y sin Octavio, su amigo.Antes de conocer el diagnóstico, yateníalacertezadesusigno; sucuerpo, el mejor médico, así se lo indicaba. Ese fue el motivo por el que ya había tomado una decisión: sería él y no la enfermedad quien pondría fin a sus días.Lo que no tenía previsto es que conocer a una trabajadora social como Laura, tener un nieto lleno de entusiasmo por ingresar en el University College Londony la estampida de sus recuerdos, que han cosido su vida, iban a ser acontecimientos tan poderosos capaces de sembrar dudas en su decidido itinerario vital.(*) Periodista, gastrónomo y escritor catalán.
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