Descripción
A una llama del lugar es, simultáneamente, un diario lírico, una libreta de viajes y una meditación sobre la durabilidad y la pérdida. Organizado en «cuadernos», se subdivide inmediatamente en secciones que llevan por títulos nombres de lugares: París, Londres, Ginebra, Nueva York, Caracas, Boca de Uchire, Andalucía, Buenos Aires. Junto a estas series de poemas, otras complementarias, llamadas significativamente «El yo; el otro» y «Ventanas; relojes», para desembocar al final en «Punto de fuga», donde el libro termina y el lector alza la mirada y la deja escaparse, buscando ese lugar donde las líneas convergen. El yo que se enuncia en estas páginas no se detiene en un solo sitio. De hecho, se define por el desplazamiento: se mueve constantemente, dejándonos saber que se encuentra, ora en un sitio, ora en otro. Camila Ríos Armas construye en estos versos una subjetividad nómada, toda mirada, embelesada por la transformación de la realidad a su alrededor.Adalber Salas Hernández
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