Descripción
A CONTRATIEMPO es considerada la segunda parte de UN PASEO POR EL TIEMPO.En la primera parte, el protagonista se encuentra de pronto como víctima de un paseo dimensional que le devuelve al año 1964, cuando él tenía seis. Sus padres, sus hermanos, sus amigos tienen la edad real a la época. Él, sesenta años. Todo es diferente. Nada le vale, ni el DNI, ni el dinero. Es un indocumentado que ha de luchar para no ser tratado como un loco y se le aplique La Ley de Vagos y Maleantes, entonces en vigor. Una serie de circunstancias le permite adoptar legalmente, como expósito, una nueva identidad y conoce en el hospital a Sandra. Joven, casi treinta años menor que él, enfermera, de familia adinerada y socialmente reconocida. Se enamoran y se enfrentan, en una pequeña ciudad como la Huelva de los setenta, a una serie de conflictos familiares que, a la larga, va a desencadenar la necesidad de Miguel de encontrar esa vía dimensional que le devuelva a su mundo. Miguel, ya maduro y responsable, intentó nunca romper las cadenas cronológicas e históricas por medio de su actuaciones. La vida debía de seguir su curso normal y ordinario. Él no podía desviarlo, pero el amor es incorregible y empiezan a vivir juntos. Pero ese amor está perturbado por el deseo de Miguel de volver a su dimensión, donde dejó todo. La bebida se convierte en su compañera y Sandra le deja al saber que está embarazada y marcha a vivir a Aracena, después de romper con todo. Hasta con su familia. Miguel consigue, al final, encontrar el salto dimensional.Aquí empieza A CONTRATIEMPO. La vida transcurre con normalidad para Sandra en los ochenta en su retiro de la sierra de Huelva hasta que recibe la llamada de su madre comunicándole la muerte de su padre, con el que dejó de hablarse y de ver desde el momento en que este repudió el embarazo y, por ende, al ser que llevaba dentro. La vuelta a Huelva después de diez años significa algo que ella sabe. Poder encontrarse con Miguel. La diferencia se encuentra en que este tendría 28 años y ella 42. Ni ella reconocería a ese Miguel de edad joven, ni él había visto en su vida a una mujer de cuarenta y dos años de nombre Sandra. Y así comienza una historia donde bailan la realidad y la ficción.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.